ACCEPT regresa a México con “Humanoid”

El pasado 13 de mayo, la legendaria banda alemana de heavy metal, Accept, hizo vibrar las paredes de la Sala Urbana en la Ciudad de México, en un concierto que transportó a los presentes a la gloriosa época de los 80s.

Mi travesía comenzó en el Metro Hidalgo, donde ya se respiraba el ambiente rockero con algunos metaleros que se dirigían hacia el venue llamado "Sala Urbana" ubicado en Blvd Toluca 115 del Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México. Al llegar a Metro Panteones, tomé una combi que en cuestión de 15 minutos me dejó en la puerta de Sala Urbana.

Eran las 8:30 pm y la fila para comprar boletos en taquilla avanzaba un poco lenta debido a las fallas en los pagos con tarjeta. Afortunadamente, la fila no era muy larga y pude adquirir mi entrada por $1000.

Al entrar al foro, me encontré con un festín para los fans: puestos de ropa, discos y parches adornaban el lugar. La mercancía oficial de Accept era un poco limitada, solo tenían playera ($500) y sudadera ($800). Para saciar el hambre y la sed, había hot dogs, palomitas, cerveza de 16 Oz ($100) y tragos de tequila ($150).

Para mi sorpresa, el lugar no estaba completamente lleno, con un público de alrededor de 1000 personas, tal vez menos. La expectación crecía mientras las luces se atenuaban y a las 9:00 pm en punto, Accept irrumpió en el escenario con la energía arrolladora de "The Reckoning" seguida de "Humanoid".

Al filo de los 40 minutos, la multitud se desató en un mosh pit al ritmo de "Losers and Winners" y "Flash Rockin Man", elevando la temperatura del concierto a niveles máximos. Cuando sonaron los primeros acordes de "Metal Heart", la euforia colectiva explotó. Los solos de guitarra de Wolf Hoffman y la potencia vocal de Mark Tornillo encendieron la noche.

Un épico solo de batería precedió al encore, donde la adrenalina y el mosh pit regresaron con fuerza con "Fast as a Shark" y "Balls to the Wall". Para cerrar con broche de oro, la banda nos regaló una electrizante versión de "I'm a Rebel", dejando a todos los presentes con un sabor a gloria ochentera.

El concierto tuvo una duración de 1 hora con 45 minutos, un viaje nostálgico a través de más de 19 éxitos que marcaron una generación. Accept se despidió con una profunda reverencia, agradeciendo al público su entrega y lanzando al aire baquetas y plumillas como un gesto de aprecio.

Yo me llevé a casa un póster del evento como recuerdo de una noche memorable. La playera del álbum Humanoid no era de mi agrado y era la única opción disponible de mercancía oficial, pero sin duda, la mejor adquisición fue la experiencia de corear junto a miles de personas los himnos de una banda legendaria.

Aquí puedes escuchar el setlist.

Fotos y video por Thrasht

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