Non serviam: ROTTING CHRIST, amor y blasfemia
El primer amor nunca se olvida. En los albores del nuevo milenio, uno de los espacios para escuchar nueva música era Ultrasónica, programa de radio emitido por Radio Universidad 88.5 FM de la UASLP. Su locutor Luis Domínguez recomendaba canciones y bandas de todos los subgéneros del metal. En una de las emisiones sonó una melodía que inmediatamente tuvo un impacto en el que escribe estás líneas. Los autores, Rotting Christ, banda proveniente de Atenas, cuyo black metal se enfoca en el satanismo, el ocultismo y la muerte. Amor a primera escucha.
Los hermanos Sakis y Themis Tolis están creando música desde 1984 y para este 2024 se embarcaron en una gira mexicana, “35 Years Of Evil Existence Tour”. Así, en pleno 14 de febrero, se presentaron en el Club Deportivo 2000 de San Luis Potosí. Cacique, Talent Nation y Darkentries Productions, fueron los encargados de que todo saliera a la perfección.
Entre flores, globos y regalos que inundaban la ciudad, los metaleros nos congregamos al llamado helénico y blasfemo. Algunos con corpse paint, otros acompañados de sus parejas, esperábamos con ansías el sonido oscuro y agresivo del conjunto.
El primer grupo en abrir el evento fueron los locales Arrowhead, quienes fueron diestros en la pesada tarea de animar al público. Saliendo victoriosos en su misión, y con el beneficio de contar con muchos asistentes, demostraron que su propuesta de metal experimental vale la pena de ser seguida.
Las hostilidades continuaron a cargo de Nelchael, true black metal potosino, quienes tomaron relevo con su misa negra. Un grimorio hecho sonido, invocaron demonios y terminaron por encender la pasión del respetable, hambrientos de la banda estelar.
A oscuras, con el número de la bestia en griego (Χ Ξ Σ) presidiendo el escenario, Rotting Christ comenzó su show con la canción homónima. No me malinterpreten. Si se afirma que son una banda satánica, no es debido a que ofrezcan una interpretación que implique dar miedo de manera fácil, cual si fuera película de terror de los embaucadores Ed y Lorraine Warren; no, el cuarteto impacta por la profundidad de sus letras, que hace alusión de las figuras bíblicas para retratar un escenario crudo y desesperanzador.
A lo largo de su set, no tuvieron misericordia con los fanáticos, que incluso ondearon banderas de Grecia, en honor a los músicos. Interpretaron piezas de todos sus trabajos discográficos, incluyendo su próximo álbum, “Pro Xristoy”, que verá la luz en mayo de este 2024. Puedes escuchar su setlist aquí.
Sin duda, fuimos testigos de la grandeza de uno de los pilares del black metal mundial. Y la joya de la corona fue el momento en que los músicos bajaron del escenario para convivir -sin costo alguno- con los fans, quienes aprovecharon para tomarse fotos y pedir autógrafos en discos, vinilos y posters. Una lástima que no saliera Themis, por lo que se espera que regresen para -ahora sí- poder conocerlo.
Non serviam, frase en latín atribuida a Lucifer para expresar su negación al sometimiento de dios, es usada de forma análoga por Stephen Dedalus, alter ego de James Joyce en diversas de sus obras. Al incursionar en una faceta más artística, el personaje manifestó: “No serviré más a aquello en lo que no creo, ya se llame mi hogar, mi patria o mi iglesia”. Rotting Christ nos hace recordar precisamente eso, la búsqueda de la libertad, un grito de independencia, el desafío a la autoridad. La importancia de afirmar nuestro amor propio. Y qué mejor que escuchando metal.
Agradecimientos especiales a Darkentries Productions por las facilidades otorgadas.
Para más fotos, visita las galerías de Rotting Christ, Nelchael y Arrowhead.
Fotos por HugoEmeCe