El fin de KISS
A Zahid, Fer, los Helios, y Trujillo
El sábado 02 de diciembre de 2023 es una fecha que quedará grabada en los libros de la KISStoria: KISS pone fin a cincuenta años de carrera en el Madison Square Garden de Nueva York. Ese fin de semana marcó la culminación de su End Of The Road World Tour, y ahora sí, afirman que no regresarán a tocar nunca más como cuarteto. Después de 250 shows, la banda liderada por Gene Simmons y Paul Stanley cuelgan la toalla, y vaya que lo hicieron de un modo espectacular.
Si bien no hubo una última reunión con Peter Criss y Ace Frehley, no hay que hacer menos la participación de Eric Singer y Tommy Thayer en la carrea de KISS: si bien no formaron parte de los clásicos de la agrupación, prácticamente están en ella desde hace décadas. Ignorarlos sería como no valorar a Mikkey Dee y Phil Campbell en Motörhead por no estar en la formación clásica.
Como buenos capitalistas, KISS ofreció un pago por evento de su último recital. Simmons aseveró para el Wall Street Jorunal que seguía tocando en vivo a pesar de contar con más de 70 años, sólo para ganar más dinero. Si bien se le ha criticado mucho por este aspecto (como intentar patentar la mano cornuda), en esta ocasión valía la pena invertir para ser testigos –por lo menos- del desenlace de “the hottest band in the world”.
A finales de noviembre, se le extiende una invitación al que escribe estas líneas a ser partícipe en una posada metalera, so pretexto de la despedida de los neoyorquinos. Desconozco si fue por las fechas o por el poder de la música, pero los que asistimos a dicha posada nos conocimos y trabamos amistad al coindicéis en conciertos y festivales. Bajo la influencia de riffs pesados y bebidas espirituosas, creció la camaradería.
Reunidos frente a la pantalla, con bebidas en mano, y previo a la cena para el bajón, esperábamos con ansía. Si bien ninguno llevaba una playera de KISS (mal ahí), no faltó el vaso conmemorativo, el vaso del evento (chilango dixit), acorde para la ocasión.
Así, con los primeros acordes de guitarra y bajo de ‘Detroit Rock City’, dio arranque el inicio del fin. Con estadio repleto, y después de sonar ‘Shout It Out Loud’ y ‘Deuce’, Paul hizo un guiño –de algún modo- de la continuidad de banda. Tocaron piezas de sus álbumes más emblemáticos, tales como el “Destroyer”, “Rock And Roll Over”, “Dynasty”, “Love Gun”, entre otros. Esto es una demostración de su poder a lo largo de los años: en sus inicios, con maquillaje o sin él, ya establecidos, y con el carácter de leyendas vivas.
En ‘Lick It Up’, agregaron los riffs de ‘Won’t Get Fooled Again’ de The Who. En ‘Makin’ Love’ hubo un duelo de guitarras entre Tommy y Paul. En medio de ‘Psycho Circus’, Eric se aventó un solo de batería. Previo a ‘God of Thunder’, Gene subió al cielo y escupió sangre. Momento cumbre, cuando Paul atravesó el Madison Square Garden para llegar a una plataforma e interpretar ‘Love Gun’ y ‘I Was Made For Lovin’ You’.
Nosotros en la sala, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia, veíamos la transmisión en vivo con júbilo, cantando, gritando y aplaudiendo.
Después de más de dos horas (cuestión loable a su edad, que muchos “artistas” más jóvenes no son capaces de ello –cof,cof, Luis Miguel-) llegaba el inevitable final con el himno ‘Rock And Roll All Nite’. Ahí manifestaron que, en todo fin de una era, iniciaba otra. En la pantalla gigante detrás suyo, mostraron sus avatares para perdurar eternamente en el mundo digital, al son de ‘God Gave Rock And Roll To You II’.
¿El futuro implica ver a bandas cuyos miembros ya no existen terrenalmente, pero “se presentan” en plataformas digitales o a través de hologramas? No estoy seguro de pagar por ello; sin embargo, el tiempo lo dirá, nunca digas nunca.
Una vez finalizado, armamos la cena con metal sonando en el fondo y brindamos por la vida. Tal experiencia me recuerda a ‘En la Inmensidad’ de Asspera:
No veo la hora
Salir de una vez
Tomar una birra, comer un asado, apagar internet
Cagarnos de risa
Juntos otra vez
Armar un prensado, charlar de la vida tomando un fernet
Juntarnos de nuevo
En la inmensidad
Ya en la madrugada, nos despedimos, pero no nos dimos abrazos o deseos de año nuevo o feliz navidad. No, porque nos veremos en el próximo concierto, como Dio manda. KISS nos mostró todo lo que tenían, nosotros también lo haremos.