OPERA IX: la cofradía pagana
La noche del 6 de octubre los amantes del black metal pudimos congregarnos en Bunker 57 para el ritual de Opera IX. Tras una ausencia de 23 años, los italianos regresaron en una gira por varias ciudades de México. Los que asistimos pudimos ser partícipes de uno de los actos en donde la oscuridad conjuga con lo pagano.
Los inicios de Opera IX datan de 1988, y en el camino han sufrido diferentes cambios de alineación. Su líder indiscutible y único miembro original es el guitarrista Ossian, y en esta gira lo acompañan Serena Mastracco -mejor conocida como Dipsas Dianaria o Moerke) en la voz, L.P. Vault en la batería, y Charon en el bajo. Por cuestiones desconocidas, el tecladista Alexandros no se presentaría con la banda.
Hay recordar que estás leyendas del black metal comenzaron con un enfoque más gótico con su disco “The Call of The Wood” (1994) y a partir de “Sacro culto” (1998) se tornaron más agresivos. En el nuevo milenio tuvieron trabajos prolijos y constantes con “The Black Opera: Symphoniae mysteriorum in laudem tenebrarum” (2000), “Maleventum” (2002) y “Anphisbena” (2004). Posterior a esto, tuvieron que pasar ocho años para nuevo material con “Strix - Maledictae in aeternum” (2012), “Back to Sepulcro” (2015) donde hicieron regrabaciones de temas clásicos, y “The Gospel” (2018).
Desafortunadamente, el punto de encuentro no tuvo la afluencia que debería, la cual no debería adjudicarse al nivel de popularidad de la banda o a la promotora encargada. Un día antes se presentó en el mismo lugar Destruction. No todos podemos costear dos conciertos al hilo y tenemos que descartar a uno. De cualquier manera, la banda tocó de manera espectacular.
Con temáticas paganas y esotéricas, el black metal atmosférico que ejecutaron fue de gran calidad. Tocaron doce canciones. Pudieran parecer pocas, pero hay que tomar en cuenta que Opera IX se caracteriza por temas largos; por ejemplo, ‘Sepulcro’ tiene una duración de quince minutos.
La voz de Dipsas Dianaria pasaba de lo espectral con sus guturales, a lo solemne con un canto limpio y melodioso. Siempre habrá la comparación con Cadaveria, vocalista original. Pero Dipsas tiene su personalidad y hace increíble su trabajo. Quien también se lleva el show a cuestas es Ossian, con gran actitud arriba del escenario, y mucha amabilidad debajo de este, al convivir con los asistentes.
Los que asistimos fuimos dichosos, lástima de los que no se dieron la oportunidad de ser testigos de música ejecutada con gran habilidad y pasión.
Acá el setlist.
Fotos por HugoEmeCe