ERROR 404: Los Bunkers

El metalero mexicano es de admirar puesto que enfrenta dificultades distintas a sus análogos localizados en otras partes del mundo. Y no hablo del terror que le tienen al jabón (broma) o el afrontar las adversidades del clima extremo, como la implacable exposición al sol, al vestir prendas de color negro. Tampoco me refiero a que no apoyamos a la llamada “escena local” o no acudimos al concierto de ciertas agrupaciones internacionales, ambas (paradójicamente) por su supuesto alto costo. No.

Seamos honestos, en México el metal no es muy popular. Sí, este 2023 tendremos cuatro festivales grandes, sin contar los de menor escala con bandas nacionales. Pero el género no se reproduce en la radio y ni se refleja en los medios masivos de comunicación. En México predominan el reguetón, el regional mexicano, los corridos tumbados y demás música agropecuaria.

Por lo tanto, en primera instancia, la oferta de música en vivo es dominada por lo popular, máxime si uno es cuate de provincia (señor Aguilera dixit). Entonces, ante esta circunstancia, si uno es obstinado en no acudir al bar local a ver una banda emergente que apenas está picando piedra, no hay muchas opciones.

Pero, con todo en contra, en ocasiones el empresario invierte en un evento que al público puede interesar para salir de lo cotidiano. Enfocado a aquellos fanáticos que sin pensarla acuden sin falta y abarrotan el lugar. Esto pasó con Los Bunkers.

El pasado 03 de junio el conjunto chileno se presentó en la Cineteca Alameda de la capital potosina, como parte de su gira Ven Aquí. Se supo del evento por mera casualidad: encontrando el póster del concierto mientras se estaba perdiendo el tiempo en Facebook. Con total honestidad, no soy un seguidor acérrimo de la agrupación; mis referencias se limitaban a sus videos musicales, el disco en directo “Los Bunkers At The Roxy” y alguna de sus recopilaciones con grandes éxitos cuyo nombre no recuerdo. No estaba tan perdido.

Así que se tomó la decisión de asistir con la esposa. Para citas románticas no hay mejor que ir a un concierto. Uno está acostumbrado a estar parado por horas para luego empezar el mosh al ritmo de los riffs que se acostumbran machacar en un concierto de metal. Pero aquí era (obviamente) diferente. Comenzando con el lugar que, como su nombre deduce, está repleto de butacas. No se tiene que ser físico nuclear para percatarse que esa noche nadie se iba a aventar o empujar.

Otro punto a resaltar era la ausencia de bebidas espirituosas. ¿Se necesita cerveza para disfrutar un concierto? Lo que la gente compraba de la dulcería eran palomitas. ¿Tengo que repetir que era un cine? Pero no importaba, puesto que, poco después a la hora señalada, comenzaron a tocar. El quinteto comenzó con ‘Miéntele’ y varios corrieron al frente del escenario olvidando su lugar numerado. Nosotros optamos por seguir en nuestros lugares ya que la vista era envidiable aunado a que el lugar no es un foro tan grande.

Desde el primer acorde nadie volvió a pararse. Hubo muchos hechos que destacar. En ‘Una nube cuelga sobre mi’ (en cuyo video la banda sale con los personajes de 31 Minutos) un papá cargó a su hijo en hombros. A mitad del show tocaron un set acústico bastante bueno. Al tocar ‘Bailando Solo’ todas las luces se enfocaron en la bola disco que se situaba en el techo e iluminaron increíble la cineteca. Ejecutaron dos canciones nuevas, ‘Rey’ y ‘Calles de Talcahuano’.

Sin duda fue un gran concierto y dan constancia de la calidad musical que tienen Los Bunkers, quienes desde finales del siglo XX siguen enarbolando la bandera del rock latinoamericano.

Recuerden amigos metaleros, no hay que cerrarse a otras experiencias musicales, se pueden perder de grandes sorpresas.

Fotos por Ary Delgado

El setlist lo puedes escuchar aquí.

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